El 16 de mayo de 1920, Nacional derrotó a Boca Juniors y se consagró campeón por segunda vez de la Copa Río de la Plata. Este logro tuvo una gran importancia en la historia del fútbol, ya que con esta conquista Nacional alcanzó su octavo título internacional oficial, superando al Alumni de Argentina, que hasta ese entonces tenía siete. Desde ese día y con los sucesivos títulos internacionales que posteriormente conquistó a través de los años, Nacional se mantuvo durante el resto del siglo XX como el Rey de Copas. En 1989, Nacional alcanzó su título internacional número 22, cifra que recién fue alcanzada por Al Ahly de Egipto en 2013, por Barcelona en 2015 y por Real Madrid en 2016. A nivel continental, Boca Juniors igualó la marca en 2009 y aún no la ha superado, por lo que, en América, Nacional se mantuvo durante más de un siglo siendo el Rey de Copas.
La edición de la Copa Río de la Plata de 1919, fue disputada entre Nacional y Boca Juniors como respectivos campeones de Liga de Uruguay y Argentina. El título correspondió a la temporada 1919, pero se jugó al año siguiente, ya que los campeonatos de ambos países se dirimieron recién a comienzos de 1920. El partido se jugó en el Gran Parque Central, que en esa jornada inauguraba una ampliación de sus instalaciones. A los pocos minutos de comenzado el partido, el halfback derecho Rogelio Naguíl, sufrió una importante lesión de rodilla, Naguíl intentó continuar de todas formas, pero instantes después debió ser retirado del campo seriamente lastimado. A raíz de la salida de Naguíl, Nacional debió afrontar casi todo el encuentro con 10 jugadores, ya que en esa época no existían las sustituciones. El equipo igualmente se reacomodó en el campo y logró dominar a Boca Juniors, que contaba con figuras como Américo Tesoriere, Antonio Roque Cortella, Pedro Calomino y Alfredo Martín, entre otros. Promediando el primer tiempo, Héctor Scarone aprovechó una desinteligencia entre el arquero Tesorieri y el back Cortella y abrió el tanteador con un toque corto y minutos más tarde, Santos Urdinarán habilitó magistralmente a Ángel Romano quien definió ante la salida de Tesorieri, anotando el 2 a 0. En el segundo tiempo, Nacional mantuvo la superioridad y siguió generando varias ocasiones de gol, hasta que finalmente, Pascual Somma generó una corrida por derecha, envió el centro al área y Santos Urdinarán definió a la carrera anotando el 3 a 0 definitivo.
El Capitán en aquella conquista de Nacional fue el “Mariscal” Alfredo Foglino. En aquella época, no existían en nuestro fútbol los Directores Técnicos, por lo que Foglino, fue fundamental para reorganizar el equipo cuando Nacional quedó en inferioridad numérica. El arquero fue Andrés Mazali, quien contaba por aquel entonces con 17 años de edad y la pareja de zagueros la integraron Antonio Urdinarán como back derecho y Alfredo Foglino como back izquierdo. La línea de medios, la integraron Rogelio Naguil como half derecho, Alfredo Zibechi como centro half y José Vanzino como half izquierdo. Tras la salida de Naguil por lesión, la experiencia y la gran actuación en el mediocampo de Zibechi y de Vanzino, hicieron que prácticamente pasara desapercibida la inferioridad numérica del equipo en ese sector de la cancha. En zona de ataque, el puntero derecho fue Pascual Somma, quién si bien habitualmente jugaba como puntero izquierdo, se adaptaba perfectamente a los dos perfiles, el entreala derecho fue el “Mago” Héctor Scarone y el centro forward fue el “Vasquito” Santos Urdinarán. El entreala izquierdo fue el “Loco” Ángel Romano, que si bien durante los años anteriores había jugado como centro delantero, tras la aparición de Santos Urdinarán en el equipo titular, el “Loco” cambió de posición en la línea de forwards y el puntero izquierdo fue José Pena, un wing que tan solo tenía dos partidos oficiales en el primer equipo y que ese día ingresó en el quinteto ofensivo titular ante las ausencias de Carlos Scarone y Rodolfo Marán.